REALIDAD:
La realidad se podría definir como “aquello que parece ser”. La
realidad es fundamentalmente un acuerdo. Aquello que acordamos como real
es real.
La realidad del universo físico, es experimentada a través
de varios conductos; vemos algo con nuestros ojos, oímos algo con
nuestros oídos, olemos algo con nuestra nariz, tocamos algo con nuestras
manos, y luego decidimos que hay algo. Pero de la única forma que
conocemos este objeto es a través de nuestros sentidos y tales sentidos
son conductos artificiales. No estamos en contacto directo con el
universo físico. Sólo estamos en contacto con él a través de nuestros
conductos sensitivos.
Esos conductos sensoriales pueden embotarse. Por ejemplo, un hombre
pierde la vista, y en lo que a él respecta, no hay luz, no hay forma o
color o percepción de profundidad del universo físico. Este todavía es
una realidad para él, pero no es la misma realidad que la de las demás
personas. En otras palabras, sin vista, es incapaz de concebir un
universo físico completamente. Sin los sentidos, estas cosas no se
pueden concebir. De este modo, el universo físico se ve mediante estos
sentidos.
HIPOTESIS:
Con origen en el término latino hypothesis, que a su vez deriva de un concepto griego, una hipótesis
es algo que se supone y a lo que se le otorga un cierto grado de
posibilidad para extraer de ello un efecto o una consecuencia. Su
validez depende del sometimiento a varias pruebas, partiendo de las teorías elaboradas.
Por ejemplo: “Mi hipótesis es que, si lanzamos el nuevo producto antes de fin de año, lograremos aumentar la cuota de mercado”, “El entrenador no contempla otra hipótesis que la victoria de Rumania en el próximo partido”, “La policía aún no tiene ninguna hipótesis sobre el asesinato de la niña”.
En el lenguaje coloquial es muy común su uso indiscriminado, con un grado de inexactitud comparable al que sufre la palabra filosofía. Dada la estrecha relación entre hipótesis e investigación
organizada, resulta incoherente su uso para hablar de opiniones vagas
acerca de deportes, política y economía, entre otros temas polémicos.
Asimismo, este término se confunde muy a menudo con teoría, el primero de los componentes de una hipótesis.
Desarrollo de una hipótesis
Para el método científico, una hipótesis es una solución provisoria
y que aún no ha sido confirmada para un determinado problema. De
acuerdo a la información empírica que pueda obtenerse en el trabajo de
campo, la hipótesis podrá tener un menor o mayor grado de fiabilidad. A
continuación, encontramos los pasos a seguir para su construcción y desarrollo:
* Confección de preguntas, que surgen naturalmente del desconocimiento acerca del fenómeno natural que se está estudiando.
* Búsqueda de posibles respuestas, siempre que se basen en procedimientos y teorías que puedan ser probadas en el campo de la ciencia. Al contrario, aquellas que no se puedan probar se consideran especulaciones y son ignoradas.
* Predicción de los resultados que se obtendrán al poner en práctica las respuestas elaboradas.
* Experimentación y registro detallado de los hallazgos, de modo que
se puedan reproducir tantas veces como sea necesario si se reúnen las
mismas condiciones.
* Análisis y procesamiento de los resultados obtenidos. Se intenta
buscar una relación entre los datos que se hayan registrado a lo largo
de la realización de los diversos experimentos. Además, se contrasta
esta información con la predicción antes mencionada. Generalmente, este
análisis culmina en una expresión matemática para organizar la
hipótesis, la predicción y los resultados.
* Por último, se concluye si la hipótesis es verdadera o falsa, dependiendo del grado de exactitud de la predicción.
Estos pasos devienen en una nueva hipótesis, que generará más predicciones y experimentos, comprendiendo los ciclos de investigación que dan como resultado los avances científicos.
Tipos de hipótesis
Hipótesis de relación de producción: el comportamiento o la alteración de una variable modifica o influye en la variable
dependiente. Ejemplo de influencia: una noticia de enfermedad produce
angustia. Con respecto al cambio de comportamiento: adquirir
conocimientos acerca de posibles tratamientos mejora los hábitos del
paciente, para obtener una curación más pronta.
Hipótesis de relación causal: explican y predicen los hechos y fenómenos contemplando ciertos márgenes de error. Este tipo de hipótesis se da cuando el comportamiento o la alteración de una variable es el efecto de otra, causa,
que no es extraña o aleatoria y que tiene lugar antes que la primera.
Un ejemplo claro es afirmar que la lectura mejora la ortografía, ya que
leer (la causa) ocurre antes de la supuesta mejora al escribir (el
efecto), y el resultado no es siempre el mismo.
DEPRESIVA:
La depresion en la mujer:
La depresión se da en la mujer con una frecuencia casi el doble
de la del hombre. Factores hormonales podrían contribuir a la tasa
más alta de depresión en la mujer. En particular, los cambios del
ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, el periodo de posparto,
la premenopausia y la menopausia. Muchas mujeres tienen más estrés
por las responsabilidades del cuidado de niños, el mantenimiento
del hogar y un empleo. Algunas mujeres tienen una mayor carga de
responsabilidad por ser madres solteras o por asumir el cuidado
de padres ancianos. Los investigadores han encontrado que las mujeres
de alguna manera están protegidas debido a que sus hormonas, como
la progesterona, surten el mismo efecto experimental que las drogas
antidepresivas un estudio reciente demostró que las mujeres predispuestas
a padecer del síndromepremenstrual (SPM) severo se alivian
de sus síntomas físicos y anímicos (por ejemplo depresión) cuando
se les suprimen sus hormonas sexuales con una medicación. Si se
deja de dar dicha medicación, las hormonas se reactivan y al poco
tiempo los síntomas vuelven. Por otro lado, a las mujeres sin SPM,
la supresión temporal de las hormonas no les produce ningún efecto.
El trastorno maníaco-depresivo, conocido en términos
médicos como trastorno bipolar, es un trastorno mental crónico serio. Es
más que un simple cambio del estado de ánimo. Los pacientes bipolares
experimentan períodos donde su estado de ánimo se altera, pasando por
estados de manía (eufóricos o irritables) y depresión. También pueden
experimentar estados mezclados.
Se
estima que una de cada cien personas es maníaco-depresiva. La enfermedad
se manifiesta generalmente antes de los 35 años de edad. La duración y
la frecuencia de los ciclos entre el estado bajo de depresión y la
euforia de la manía varían de persona en persona, al igual que los otros
síntomas de la maníaco-depresión.
---------------------------------
Causas.
El trastorno maníaco-depresivo,
conocido en términos médicos como trastorno bipolar, es un trastorno
mental crónico serio. Es más que un simple cambio del estado de ánimo.
Los pacientes bipolares experimentan períodos donde su estado de ánimo
se altera, pasando por estados de manía (eufóricos o irritables) y
depresión. También pueden experimentar estados mezclados.
Se estima que una de cada cien
personas es maníaco-depresiva. La enfermedad se manifiesta generalmente
antes de los 35 años de edad. La duración y la frecuencia de los ciclos
entre el estado bajo de depresión y la euforia de la manía varían de
persona en persona, al igual que los otros síntomas de la maníaco-depresión.
-----------------------------------
Indicios y Sintomas.
Las personas que padecen del trastorno maníaco-depresivo
probablemente exhibirán uno o más de los siguientes comportamientos
durante la fase de manía:
o
Euforia
excesiva o estado de ánimo expansivo
o
Irritabilidad
y cólera, inconsistente con la situación
o
Hiperactividad
o
Ideas
grandiosas o delirios; optimismo extremo
o
Falta
de buen juicio
o
Grupos
de ideas y pensamientos acelerados; conversaciones apuradas con cambios
bruscos de temas y
pensamientos desorganizados
o
Menor
necesidad de dormir
o
Ira
repentina, irritabilidad o paranoia
o
La
fase depresiva tiene los mismos síntomas de la depresión grave o
“unipolar:”
o
Sentimientos
de falta de valor, falta de esperanzas, de impotencia, indiferencia total
o culpa extrema
o
Tristeza
prolongada, llanto incontrolable
o
Irritabilidad;
retracción de actividades o relaciones de las que disfrutaron en otros
tiempos
o
Incapacidad
para concentrarse o recordar detalles
o
Falta
de apetito o aumento en el apetito; fatiga constante, insomnio
o
Problemas
físicos que no tienen otra explicación
o
Pensamientos
sobre la muerte o intentos de suicidio
--------------------------------
Tratamientos.
Si bien el trastorno maníaco-depresivo es una
enfermedad mental seria, es tratable. Toda persona que sufra de la misma
debe solicitar una evaluación médica completa para descartar otro tipo
de trastornos mentales o físicos que podrían parecerse a la maníaco-depresión.
Los tratamientos estabilizan los ciclos maníaco-depresivos y se
concentran en el estado de ánimo que se está experimentando.
-----------------------------------------------
Medicamentos.
El medicamento más común para
tratar la maníaco-depresión, carbonato de litio, puede reducir la
cantidad y la intensidad de los episodios de manía o prevenirlos
totalmente. Para aquellos pacientes que no responden bien con litio, los médicos
han tenido éxito con otros medicamentos como carbamazepine y valproate.
Al igual que otros, estos
medicamentos tienen efectos secundarios negativos cuando no se los utiliza
apropiadamente. Sin embargo, y bajo el control de un médico, el litio y
otros medicamentos similares pueden devolverle a los pacientes una vida
normal y productiva.
La Vida con el Trastorno Maniaco-depresivo.
Vivir con maníaco-depresión puede ser una
experiencia terrible. Al igual que las otras enfermedades mentales, la maníaco-depresión
puede destrozar vidas si no se la trata. Puede complicar las relaciones,
especialmente con la familia y amigos cercanos. También se pone en riesgo
el empleo y la situación económica de la víctima. Incluso puede
resultar en suicidio.
Además del tratamiento con
medicamentos, la psicoterapia puede ayudar al individuo con consecuencias
personales y sociales del trastorno maníaco-depresivo. Debido a la
naturaleza intensa del trastorno, los miembros de la familia también se
beneficiarían asistiendo a sesiones de terapia. Allí pueden encontrar
apoyo emocional, educación y comprensión, y también aprender a
participar en el tratamiento del paciente.
El Síndrome Maníaco Depresivo / El Trastorno Bipolar
¿Qué es el síndrome maníaco depresivo?
El síndrome maníaco depresivo, conocido también con el nombre de trastorno bipolar, es un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que supera los altibajos cotidianos, convirtiéndose en una seria condición médica y un importante tema preocupante de la salud en Estados Unidos. El síndrome maníaco depresivo se caracteriza por episodios periódicos de gran júbilo, con ánimo eufórico o irritabilidad (episodios que constituyen la fase maníaca) a los que se contraponen episodios también periódicos de síntomas depresivos clásicos.
El síndrome maníaco depresivo, conocido también con el nombre de trastorno bipolar, es un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que supera los altibajos cotidianos, convirtiéndose en una seria condición médica y un importante tema preocupante de la salud en Estados Unidos. El síndrome maníaco depresivo se caracteriza por episodios periódicos de gran júbilo, con ánimo eufórico o irritabilidad (episodios que constituyen la fase maníaca) a los que se contraponen episodios también periódicos de síntomas depresivos clásicos.
¿A quiénes afecta el síndrome maníaco depresivo?
Más de 2,3 millones de estadounidenses adultos padecen esta enfermedad; es decir, el 1,2 por ciento de los ciudadanos mayores de 18 años. Cuando los síntomas se manifiestan antes de los 12 años, se los confunde a menudo con el trastorno hiperactivo de déficit de atención (su sigla en inglés es ADHD), un síndrome caracterizado por dificultades serias y persistentes que generan falta de atención, distracción, impulsividad e hiperactividad.
Más de 2,3 millones de estadounidenses adultos padecen esta enfermedad; es decir, el 1,2 por ciento de los ciudadanos mayores de 18 años. Cuando los síntomas se manifiestan antes de los 12 años, se los confunde a menudo con el trastorno hiperactivo de déficit de atención (su sigla en inglés es ADHD), un síndrome caracterizado por dificultades serias y persistentes que generan falta de atención, distracción, impulsividad e hiperactividad.
El
síndrome maníaco depresivo afecta por igual a hombres y mujeres (aunque
las mujeres son más propensas a la depresión que a la manía), y
comienza a menudo en la adolescencia o juventud. De hecho, la edad
promedio de aparición de los primeros episodios maníacos ronda los 20 años.
El
síndrome maníaco depresivo suele manifestarse en miembros de una misma
familia y se cree que en algunos casos se trata de una enfermedad
hereditaria. Se están llevando a cabo intensas investigaciones para
identificar un gen que puede ser responsable de este trastorno.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome maníaco depresivo?
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del síndrome maníaco depresivo. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del síndrome maníaco depresivo. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente.
Entre
los síntomas depresivos podemos citar
los siguientes:
·
Tristeza, ansiedad o sensación de “vacío” persistentes.
·
Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
·
Llanto excesivo.
·
Mayor inquietud e irritabilidad.
·
Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
·
Disminución de la energía.
·
Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
·
Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o
desesperanza.
·
Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de
forma insuficiente o excesiva.
·
Alteraciones en los hábitos del sueño.
·
Aislamiento social.
·
Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar
(por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).
Entre
los síntomas maníacos podemos
citar los siguientes:
·
Autoestima exagerada.
·
Menor necesidad de descanso y de sueño.
·
Mayor distracción e irritabilidad.
·
Mayor agitación física.
·
Compromiso excesivo en actividades placenteras que pueden
tener consecuencias dolorosas, como
conductas provocativas, agresivas o destructivas.
·
Mayor locuacidad.
·
Sentimientos de “excitación” o de euforia.
·
Mayor deseo sexual.
·
Mayor nivel de energía.
·
Escaso sentido común en personas que lo tenían.
·
Mayor negación de la realidad.
Para
diagnosticar el síndrome maníaco depresivo, el individuo debe mostrar síntomas
de manía y de depresión en grado diverso según la gravedad del
trastorno. Los síntomas del síndrome maníaco depresivo pueden parecerse
a los de otros trastornos psiquiátricos. Siempre consulte a su médico
para el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica el síndrome maníaco depresivo?
Como se ha comprobado que a menudo la depresión coexiste con otras condiciones médicas, como cardiopatía, cáncer o diabetes, y también con otros trastornos psiquiátricos como el abuso de drogas y la ansiedad, el diagnóstico y tratamiento en las etapas iniciales son cruciales para la recuperación. A menudo el diagnóstico se hace después de un examen psiquiátrico minucioso y una historia médica realizados por un psiquiatra u otro profesional de la salud mental.
Como se ha comprobado que a menudo la depresión coexiste con otras condiciones médicas, como cardiopatía, cáncer o diabetes, y también con otros trastornos psiquiátricos como el abuso de drogas y la ansiedad, el diagnóstico y tratamiento en las etapas iniciales son cruciales para la recuperación. A menudo el diagnóstico se hace después de un examen psiquiátrico minucioso y una historia médica realizados por un psiquiatra u otro profesional de la salud mental.
Tratamiento del síndrome maníaco depresivo:
El tratamiento específico del síndrome maníaco depresivo será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
El tratamiento específico del síndrome maníaco depresivo será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
·
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
·
Qué tan avanzada está la enfermedad.
·
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o
terapias.
·
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
·
Su opinión o preferencia.CINÉSICA:
Disciplina
que estudia el significado expresivo de los gestos y de los movimientos
corporales que acompañan los actos lingüísticos.
Derivado del griego κίνησις, "movimiento".
Queridos lectores, dentro del complejo mundo de la comunicación humana, la cinésica es una rama de conocimiento que trata de ahondar en las formas expresión no lingüísticas, incluyendo actos tan variopintos como: el lenguaje gestual mudo, los movimientos de las manos, los gestos estilizados, el mimo, la danza, los estilos de andar, los movimientos de la cabeza, las distintas modalidades de la risa, sonrisa o llanto, etc.
De hecho, el comportamiento cinésico puede percibirse de cuatro maneras diferentes y de forma independiente o conjunta: visualmente (por ejemplo, la dirección y duración de la mirada), audiblemente (un aplauso), táctilmente, (un beso) y cinestésicamente, es decir, a través de un objeto que actúa como transmisor (por ejemplo, el jugueteo con el pelo)...
Como ejemplo de aplicación de esta curiosa disciplina, pondremos como muestra el estudio de la postura corporal: así, la posición del cuerpo nos da señales sobre la predisposición o no a la interactuación y cooperación entre los interlocutores, y por ello, se habla de posturas abiertas o cerradas. Una posición frente al interlocutor es abierta cuando hay un contacto y una disposición de entrega. Por el contrario, es cerrada aquella en la que uno de los interlocutores ofrece una posición desplazada o invertida y se cruza de brazos o de piernas, impidiendo la entrada o acercamiento del otro, y ofreciendo una actitud de desinterés o desconfianza
No hay comentarios:
Publicar un comentario